jueves, 7 de agosto de 2008

No decir te amo


Erase una vez, una hermosa princesa que había tenido una vida monótona, sin preocupaciones ni sufrimientos, pero tampoco sin grandes alegrías. Como toda princesa su vida era bastante fácil. Vivía con su padre el rey, tenía un reino que la veneraba y toda una corte que seguía sus pasos. Y por su puesto, como en cada cuento un hada madrina que la protegiese.
Cuando la princesa cumplió 15 años su padre decidió que era hora de que ella se casara y se corrió la voz en todo el reino.
De tierras lejanas, llego montado en su caballo blanco con cabellos rubios como oro, un joven, un principe. El principe se presento ante la corte, tenia la piel color blanquesino y el cabello oscuro como la noche.
La princesa se enámoró de el en cuanto lo vio y al tiempo de compartir su vida jutnos se enamoraron mas cada día.
Ella sonreia a todas horas cuando estaba con el y para ella verlo sonreir le entrego como obsequio cada uno de los espacios de su reino. Oro , plata todo era para el.
Un día, al cabo de varios años, el principe se cansó y decidió ir en busqueda de nuevas aventuras, de nuevas princesas quiza...
ella lo vió alejarse en el horizonte y con tristeza lloró...
Su hada madrina entonces, como para contentarla le dijo que le concedería un deseo.La princesa reflexionó
"El amor es el causante de todo esto, el ha pasado como si nada. Yo que he amado he quedado pobre de todo lo material. Me tomará años recuperar todo. Mi deseo hada es jamás tener que volver a sentir amor "
El hada con precaución le avisó "Cuidado con lo que deseas, se puede hacer realidad"
A la princesa no le importó y continuó con su deseo....

Para recobrar sus bienes materiales la princesa debió trabajar en el reino como cualquier otra chica. Un día estando en el puesto donde trabajaba, pasó un gran señór que la vió y se enamoró de ella. La princesa interezada por lo que este podía darle, decidió irse a vivir con el y este hombre le dió todo. Con el tiempo ella lo fue queriendo y un día deseó amarlo pero no pudo por el hechizo. El gran señor que sentía su frialdad empezó a necesitar de esas palabras tambien y sin poder conseguirlas, un día se fue dejando todo lo material a su princesa...

4 comentarios:

Martín Gvevara dijo...

Hola, Pues veo que en el mundo hay muchas de estas princesas.

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gracias por dejar tu post en mi relato.

Saludos.

Noee# dijo...

me encanto tu blog,realmente.
me haces acordar mucho a mi
te agrego a los links

besitos

noe

m a r i e dijo...

me recordaste a sonatina de Ruben Dario. Y si, mi entrada es un poema de Alfonsina, el unico que me gusta, lo dice en las etiquetas de la entrada. Lei por un blog amigo que te gusta Virginia &#9829

Mui bonito el blog.
Me gusto mucho

Andy Schaffer dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.